El impacto de la inteligencia artificial y, en particular, de la IA generativa en la ciberseguridad est¨¢ marcando un antes y un despu¨¦s en la manera en que las organizaciones protegen sus datos e infraestructura tecnol¨®gica. Aunque la llegada de esta tecnolog¨ªa introduce riesgos sin precedentes y que todav¨ªa no tenemos bien calibrados, tambi¨¦n abren la puerta a posibles nuevas maneras de plantear una estrategia de defensa frente a un panorama de amenazas en constante evoluci¨®n. Cr¨¦ditos: Rupixen | Unsplash Si hay una industria especialmente atractiva para los ciberatacantes y que enfrenta desafíos cada vez más complejos –en gran parte por su tremenda dependencia a los sistemas de información y su necesidad de protegerlos– es el sector financiero. Aunque es justo reconocer que el impulso de la digitalización en la banca se inició alrededor de la crisis financiera comenzada en 2008, el empuje final ha llegado tras los efectos de la pandemia, de la mano de una nueva generación de clientes con una mentalidad mucho más digital. Ahora, los clientes evitan cada vez más visitar las sucursales en favor del uso de herramientas digitales para prácticamente cualquier operación bancaria. Aspecto, todo sea dicho, aprovechado por la banca para reducir los costes asociados a su red de sucursales. En este contexto, el uso de herramientas de IA está proporcionando importantes ventajas a las entidades financieras, como la optimización de la experiencia del cliente, y una mayor eficiencia en sus procesos internos. Sin embargo, a pesar de su gran potencial, con el avance acelerado de la IA, las tácticas de los ciberdelincuentes evolucionan para intentar vulnerar los sistemas financieros, transformando la lucha contra el fraude en un desafío continuo y dinámico. Esto está llevando a muchas organizaciones del sector financiero a incrementar sus presupuestos de ciberseguridad e invertir en ciberresilencia, intentando incorporar tecnologías basadas en IA para reducir el tiempo de detección de posibles brechas de seguridad, mejorando la respuesta de manera eficaz, y con ellos reforzando la confianza de sus clientes en un entorno digital seguro. Y en referencia al fraude, estas herramientas han permitido un mejor diseño y mejora de sistemas capaces de analizar patrones de comportamiento para detectar actividades inusuales, reduciendo el número de falsos positivos, que tanto daño generan entre los clientes de cualquier entidad. La realidad muestra que una de cada seis organizaciones financieras sufre más de 50 incidentes al día, según datos de Capgemini. Y el 60% señala que ha tenido que hacer frente a ataques basados en deepfakes en los últimos dos años, evidenciando cómo los ciberdelincuentes utilizan la IA generativa para crear correos electrónicos y mensajes altamente personalizados y convincentes. Sin embargo, estos mismos avances nos permitirán evolucionar para poder detectar anomalías y responder en tiempo récord a amenazas cada vez más sofisticadas. En definitiva, la adopción de la IA y su versión generativa en la ciberseguridad no es opcional, sino un imperativo en un mundo cada vez más digitalizado. Estas herramientas no solo ofrecen protección contra amenazas presentes, sino que también preparan a las organizaciones para futuros desafíos. Eso sí, teniendo muy claro qué es lo que se busca, huyendo de hypes tan peligrosos en el mundo de la tecnología que pueden llevar a las organizaciones a un gasto poco justificado en vías muertas. Y no perdiendo nunca de vista que su implementación debe ser acorde a un entorno regulatorio cada vez más restrictivo, manteniendo siempre un enfoque ético y humano que garantice que la tecnología sea un aliado confiable en la construcción de un ecosistema digital seguro y sostenible. Este es un momento para tomar decisiones. La tecnología está de nuestro lado; el reto es saber utilizarla. El autor de este artículo es , director y responsable de Ciberseguridad de Capgemini en España, donde lidera la estrategia y el desarrollo de soluciones avanzadas para la protección de organizaciones frente a amenazas digitales. Con más de 20 años de experiencia en consultoría tecnológica y ciberseguridad, ha trabajado con empresas líderes en sectores como banca, energía y telecomunicaciones, ayudándolas a fortalecer su ciberresiliencia. Es ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad de Navarra. SUSCR?BASE A NUESTRA NEWSLETTER Directamente de nuestro equipo de periodistas a su bandeja de entrada Para empezar, introduzca su direcci¨®n de correo electr¨®nico Por favor, incluya una direcci¨®n de correo electr¨®nico v¨¢lida ³§³Ü²õ³¦°ù¨ª²ú²¹²õ±ð