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por Mary K.

Las 10 tecnolog¨ªas m¨¢s sobrevaloradas en las ¨¢reas de TI

Los ½¿É«µ¼º½no son inmunes al encanto de las promesas de las tecnolog¨ªas emergentes. Algunos l¨ªderes y analistas de TI comparten cu¨¢les, en su opini¨®n, no cumplir¨¢n las expectativas previstas.

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Cr¨¦ditos: Verena Yunita Yapi | Unsplash

Como sabe cualquier director de TI, el ritmo del cambio tecnológico lleva años en alza. El resultado ha sido una avalancha de tecnologías nuevas y transformadoras que llegan rápidamente al mercado y mejoras casi constantes de la tecnología existente.

Con la inteligencia artificial y la robótica convirtiéndose en algo habitual a un ritmo vertiginoso y la informática cuántica acercándose al uso comercial, es fácil entusiasmarse con todos los avances; no obstante, los ½¿É«µ¼º½reconocen que muchas tecnologías no están aportando los beneficios esperados, al menos por ahora. Se trata de una tendencia típica, en la que las expectativas de una tecnología superan lo que realmente puede hacer en este momento. El ciclo de ‘hype’ de Gartner denomina a esta etapa el “pico de expectativas infladas”, que se produce justo antes de que llegue la desilusión.

“Cada tecnología innovadora ofrece un potencial. En torno a ese potencial se genera un entusiasmo inicial a medida que la tecnología pasa por un ciclo de madurez, usos aplicados iniciales, desarrollo técnico, errores, medidas de retorno de la inversión y, finalmente, una adopción más amplia y la integración en los usos empresariales”, afirma Karen Campbell, directora de informática del bufete de abogados Foley Hoag, subrayando que expresa su opinión personal y no la de la empresa.

Los directores de TI suelen estar en primera línea de todo esto. O bien se dejan llevar por el entusiasmo o bien tienen que gestionar las expectativas cuando los planes esperados superan la realidad. “Es importante adoptar una perspectiva realista de las capacidades de la tecnología, sopesándolas con los matices”, afirma Campbell.

Hay muchos factores que contribuyen a inflar las expectativas. Algunas tecnologías alcanzan un estatus de sobrevaloración cuando sus capacidades reales no están a la altura de lo que los usuarios esperan de ellas. Otras llegan a ese punto cuando se necesita demasiado tiempo, esfuerzo y dinero para que alcancen su máximo potencial.

Hemos preguntado a responsables de TI qué creen que está sobrevalorado hoy en día y esto es lo que nos han respondido.

1. IA generativa

Los ½¿É«µ¼º½vuelven a citar la IA generativa como una tecnología sobrevalorada, lo que la convierte en el tercer año consecutivo en que ésta aparece en esta lista. Las fuentes coinciden casi unánimemente en que las expectativas respecto a la IA generativa superan lo que realmente es capaz de hacer —y de hacer bien— en este momento.

Campbell señala los retos que plantea el uso de la IA generativa en su campo como ejemplo, y señala que “la preocupación específica en torno a la sustitución a gran escala de los abogados por tecnologías de IA generativa está sobrevalorada hoy en día, dado el estado actual de las capacidades técnicas”. “La IA generativa tiene un gran potencial en las operaciones de las empresas y los servicios aumentados relacionados con la práctica del derecho”, afirma. “Existen oportunidades para mejorar la productividad, optimizar los procesos operativos y los procesos relacionados con la práctica jurídica, y mejorar los resultados y la experiencia de los clientes. También hay oportunidades para explorar nuevas vías de ingresos y reducir los costes operativos mediante la automatización. Sin embargo, el estado actual de la tecnología de IA generativa tal y como se utiliza en la práctica del derecho aún se enfrenta a algunos retos. Sigue habiendo dudas sobre la precisión de los resultados y la inversión de tiempo que deben dedicar los profesionales jurídicos y empresariales para verificar y equilibrar los resultados con su experiencia”.

Según la empresa de investigación IDC, casi nueve de cada diez proyectos piloto de IA generativa no llegan a la fase de producción, por lo que no es de extrañar que los directores de informática estén reorientando cada vez más sus estrategias en torno a esta tecnología hacia soluciones prácticas en lugar de hacia la experimentación. Sin embargo, la falta de métricas de éxito sigue afectando a los resultados, y el estado actual de la tecnología está empezando a moderar las expectativas.

2. IA agentiva

Otros dicen que la IA agentiva también está sobrevalorada y citan muchas de las mismas razones que Campbell da para incluir la IA generativa en esta lista. Dhaval Moogimane, líder del área de alta tecnología y software de West Monroe, una empresa de servicios digitales, dice lo siguiente sobre la IA agentiva: “Creo que esta es transformadora, pero va a llevar más tiempo del que la gente cree que los agentes trabajen con otros agentes. Vamos a ver mucha innovación por parte de las empresas tecnológicas y los proveedores de software, pero el mundo que se imagina, en el que los agentes trabajan con otros agentes sin intervención humana, está más lejos de lo previsto”.

No es el único que piensa así. La empresa de investigación Gartner predijo en junio de 2025 que más del 40% de los proyectos de IA agentiva se cancelarán a finales de 2027 “debido al aumento de los costes, la falta de claridad sobre el valor empresarial o los controles de riesgo inadecuados”.

La mayoría de los proyectos de IA agentiva actuales son experimentos en fase inicial o pruebas de concepto impulsados principalmente por el bombo publicitario y que a menudo se aplican de forma incorrecta”, explica Anushree Verma, directora sénior de análisis de Gartner, en un comunicado de prensa. “Esto puede impedir que las organizaciones vean el coste real y la complejidad de implementar agentes de IA a gran escala, lo que retrasa la puesta en marcha de los proyectos. Necesitan superar el bombo publicitario para tomar decisiones cuidadosas y estratégicas sobre dónde y cómo aplicar esta tecnología emergente”.

Además, Gartner afirma en ese mismo comunicado que “muchos proveedores están contribuyendo al bombo publicitario mediante el ‘lavado de agentes’, es decir, el cambio de marca de productos existentes, como los asistentes de IA, la automatización robótica de procesos (RPA) y los chatbots, sin capacidades agenticas sustanciales”, y “estima que solo unos 130 de los miles de proveedores de IA agentica son reales”.

Lo que no ayuda es la falta de una definición estándar de lo que constituye un agente de IA. Los directores de informática tendrán que aprender en qué se diferencian los agentes de IA y la IA con capacidad agentiva, así como determinar si un proceso empresarial es un buen candidato para la IA con capacidad de agencia, con el fin de aprovechar los primeros casos de uso prometedores.

3. Empleados digitales

En un informe relacionado, Yugal Joshi, socio de la empresa de investigación y consultoría Everest Group, considera que los empleados digitales son una tecnología sobrevalorada. “Estamos haciendo un acto de fe al llamar ‘empleados digitales’ a los agentes simples, que son chatbots o agentes de flujo de trabajo envueltos en LLM. Aunque el concepto tiene mérito y es revolucionario, estamos lejos de conseguir un verdadero empleado digital. De manera similar, los agentes de propósito general también han sido muy promocionados. Se supone que estos deben realizar múltiples tipos de tareas con agencia y autonomía. Pero actualmente contamos con agentes específicos para cada tarea, y parece que la industria se está moviendo en esa dirección. Los agentes de propósito general serán más bien coordinadores múltiples que agentes independientes por sí mismos».

Así pues, aunque Microsoft predijo recientemente que los empleados digitales en forma de agentes de IA pronto darán un vuelco a los organigramas, anunciando el nuevo papel de ‘jefe agente’ para supervisar equipos formados por personas y empleados digitales de IA, es probable que ese futuro esté más lejos de lo que se anuncia.

4. AIOps y observabilidad

Esta es otra entrada de IA que debuta en la lista este año. AIOps es una disciplina emergente en la que los sistemas de IA no solo ayudan a identificar problemas en la infraestructura operativa, sino que reaccionan de forma inteligente a los eventos para mitigarlos.

La promesa de AIOps, combinada con la observabilidad que ejecuta operaciones autogestionadas a través de mejores enlaces de datos y conocimientos, no se ha materializado”, dice Joshi. “El excesivo ruido en torno a estas herramientas, combinado con telemetría irrelevante, ha supuesto un gran obstáculo. Se ha dedicado mucho tiempo a clasificar y comprender, en lugar de responder a las empresas. A medida que los agentes de IA se multiplican, estas plataformas también cubrirán la observabilidad de los agentes, lo que puede hacer que las cosas sean aún más difíciles”.

5. La IA en general

Algunos consideran que la IA en general es una tecnología sobrevalorada. Al igual que ocurre con la vertiente generativa, los ½¿É«µ¼º½creen que ésta merece esta calificación porque, en este momento, las expectativas superan a la realidad. “Hay tanta desinformación e información malinterpretada que la IA ha terminado en mi lista de tecnologías sobrevaloradas”, afirma Drew DeNardo, que como director técnico supervisa las operaciones de TI en la empresa de atención virtual JOGO Health. “Sí, es una tecnología muy transformadora, pero la gente cree que va a resolver mágicamente todos sus problemas. Creen que pueden introducir la IA en el ecosistema y todos los problemas de la empresa se resolverán”.

Los líderes tecnológicos saben que la realidad es muy diferente, afirma. “Hay que ser prudente y reflexivo, y las empresas que utilizan la IA para ampliar y complementar sus equipos, para potenciarlos y hacerlos más productivos son las que tendrán éxito, mientras que aquellas que piensan que pueden utilizar la IA para reducir personal, las empresas que han probado ese enfoque, están fracasando estrepitosamente”.

Aun así, la IA está empezando a remodelar el panorama laboral, y los consejos de administración de las empresas presionan cada vez más a los directores generales para que reduzcan la plantilla en favor de la IA.

6. Computación cuántica

Sí, los líderes de TI reconocen el potencial de la computación cuántica, que utiliza los principios de la mecánica cuántica para realizar cálculos y, como resultado, es exponencialmente más rápida y potente que la clase actual de ordenadores. Pero también afirman que la computación cuántica aún está más lejos en el futuro de lo que sugiere el bombo publicitario, lo que la sitúa de nuevo en esta lista este año.

“Hemos dado algunos pasos importantes, pero la computación cuántica no va a tener un impacto significativo en nosotros a corto plazo”, afirma Brendan Arbuckle, director de informática de The Jackson Laboratories. Dicho esto, Arbuckle, al igual que otros líderes tecnológicos, ve avances cuánticos en el horizonte y cree que los directores de informática deben planificar un mundo poscuántico, especialmente en lo que respecta al cifrado. Sin embargo, no ve la necesidad de planes concretos para poner en práctica la computación cuántica en los flujos de trabajo empresariales en los próximos años.

7. Metaverso, RA/RV/XR y computación espacial

Esta es otra categoría tecnológica que vuelve a aparecer en la lista anual de tecnologías sobrevaloradas. Los analistas y los líderes de TI coinciden en que las expectativas sobre la computación espacial —ya sea realidad aumentada, realidad virtual, realidad extendida o el metaverso— siguen superando su valor a pesar de los avances logrados en los últimos años. “El metaverso, la tecnología espacial, la RA/RV… nada de eso ha despegado realmente”, afirma Moogimane, de West Monroe.

Sin embargo, no descarta por completo el valor de estas tecnologías: al igual que otras tecnologías que ahora se consideran sobrevaloradas, la computación espacial tiene un gran potencial, pero se necesitará mucho tiempo e inversión para cosechar los beneficios que podría producir. “Cualquier cambio tecnológico importante que requiera un cambio en la forma de trabajar, que requiera diferentes formas de participación y diferentes flujos de trabajo, tarda más tiempo en ser adoptado por las personas”, afirma Moogimane. “Por lo tanto, creo que las expectativas respecto a esta tecnología son correctas, pero llevará más tiempo de lo previsto alcanzarlas”.

Joshi, de Everest Group, tiene una opinión similar y cita específicamente el metaverso industrial como un caso de exageración. “Las promesas han sido mayores que las implementaciones reales”, recalca. Joshi cree que hay casos de uso claros, como el diseño y el mantenimiento de plantas de producción, con gemelos digitales de dispositivos de alta gama, y la formación. Sin embargo, los retos relacionados con los costes de infraestructura, la formación del personal, la interoperabilidad y la mala experiencia de usuario han lastrado su adopción.

8. Multicloud

Muchos directores de TI apuestan por el multicloud, pero Joshi afirma que pocos están obteniendo todos los beneficios que promete esta estrategia de nube. “El objetivo [de las empresas] de tener cargas de trabajo interoperables y sincronizadas de manera uniforme para las multiclouds que les permitan abordar la dependencia de un proveedor no ha funcionado”, afirma. “La mayoría de las empresas son multicloud, pero su apuesta por los proveedores de nube rara vez cambia. Tampoco interoperan necesariamente sus cargas de trabajo entre diferentes plataformas de nube”.

Así pues, aunque los directores de informática persiguen de forma más intencionada estrategias multicloud, mientras que antes muchos se encontraban en esa situación casi por casualidad, la interoperabilidad y otras cuestiones clave añaden complejidad al cálculo.

9. Vehículos eléctricos

Es cierto que no se trata de una tecnología con la que suelen trabajar los directores de informática, pero algunos la siguen incluyendo en su lista de tecnologías sobrevaloradas.

Chris Grebisz, ½¿É«µ¼º½de la empresa tecnológica Welocalize, es uno de ellos. Describió cómo tuvo que averiguar cómo poner su Tesla en punto muerto cuando lo llevó al túnel de lavado por primera vez, y dijo que hay que volver a aprender acciones rutinarias con los vehículos eléctricos. Y mientras lo hace, se da cuenta de que la interfaz de usuario no es tan intuitiva como se promociona. “Es como pasar de 30 años conduciendo un coche a algo parecido a un iPad, y yo soy un tipo tecnológico. Hay que entenderlo todo. Tengo que ir a leer el manual”.

Grebisz afirma que ahora considera su Tesla un “aparato de transporte” en lugar de un coche, un cambio de mentalidad que le ayuda con la gestión del cambio necesaria al pasar de un coche convencional a un vehículo eléctrico. Señala que fue un cambio drástico, lo que sugiere que a los verdaderos nativos digitales les puede resultar más fácil dar el salto. La experiencia también le ha permitido comprender cómo se sienten los trabajadores cuando una tecnología altera los flujos de trabajo tradicionales. “Me sorprendió mucho mi experiencia. Pensé que iba a ser mucho más fácil”, añade.

10. Energía verde

David Williamson, director de informática de Abzena, una empresa de ciencias de la vida, va aún más lejos y sitúa la energía verde en la categoría de tecnologías sobrevaloradas. Para que quede claro: no está en contra. De hecho, él también tiene un Tesla y energía solar en su casa.

Son esas experiencias personales las que le han llevado a concluir que la energía verde no es la panacea que algunos prometen. Para empezar, al igual que Grebisz, descubrió que hay una curva de aprendizaje para conducir su vehículo eléctrico. “Mi mayor queja es que cambian la interfaz de usuario constantemente”, afirma, y añade que ha “visto muchos vídeos para saber qué hacer con el coche”.

También ha descubierto que tanto el calor como el frío desgastan la batería, “así que crees que tienes una autonomía determinada, pero no es así”. También ha descubierto que tanto el calor como el frío desgastan la batería, “así que crees que tienes una autonomía determinada, pero no es así”.

Ha tenido una experiencia similar con los paneles solares, y afirma que “la promesa y la realidad son diferentes”. Se ensucian y pierden eficiencia, por lo que hay que limpiarlos. Además, la diferencia entre su rendimiento en verano y en invierno es significativa. Además, hay costes inesperados, y Williamson señala que tuvo que pagar para conectarse a la red y que todavía le cobran una tarifa de entrega.

Williamson afirma que estas experiencias le recuerdan que “subestimamos el impacto de la tecnología en el individuo” y que “hay inconvenientes con las tecnologías que no se discuten”.