El cambio de cadencia de tres a?os y un soporte m¨¢s prolongado para VCF 9.0 reflejan la creciente presi¨®n de las empresas que se enfrentan a la revisi¨®n de las licencias de Broadcom y al hartazgo por las actualizaciones. Cr¨¦ditos: VMware VMware se ha visto obligada a modificar de manera radical su estrategia de desarrollo, lo que supone pasar de unos ciclos de lanzamiento importantes y agresivos de dos años a una cadencia más pausada de tres años. A ello se une la ampliación de los ciclos de vida del soporte, una retirada estratégica que refleja la creciente resistencia de las empresas a acometer actualizaciones forzadas en un contexto de drásticos aumentos de los costes. La empresa ha anunciado que VMware Cloud Foundation (VCF) 9.0, ya disponible, contará con un soporte de seis años en lugar de los cinco anteriores, con versiones menores cada nueve meses en lugar de cada seis. Tal y como la compañía ha informado a través de un comunicado, “en respuesta a los comentarios de los clientes, estamos modificando el modelo de soporte y la cadencia de lanzamiento a partir de VCF 9.0”. Según la compañía, estos cambios proporcionarán “fechas de lanzamiento más predecibles, ofrecerán períodos de soporte más largos y proporcionarán más flexibilidad para adaptarse mejor a las ventanas de actualización de los clientes”. Este ritmo más lento representa un cambio filosófico significativo para una empresa cuyo historial se ha caracterizado por ciclos de innovación rápidos. Para Sanchit Vir Gogia, analista jefe y director ejecutivo de Greyhound Research, “los directores de informática consideran que el periodo actual de 24 a 36 meses es crítico para las decisiones estratégicas sobre la plataforma”. Esta ampliación de los plazos se produce en un momento en el que las empresas se enfrentan, por un lado, a aumentos de los costes de las licencias de hasta un 500%, y por otro a una fecha límite estricta para migrar desde el soporte de VCF 8, que finaliza en octubre de 2027. El hartazgo de las empresas impulsa el cambio estratégico Este cambio de ritmo viene a reconocer lo que los analistas del sector denominan “fatiga de las actualizaciones” entre los clientes empresariales que se enfrentan a la revisión de las licencias de Broadcom. Desde la adquisición, a partir de 2025, Broadcom exige a los clientes que adquieran una licencia mínima de 72 núcleos por pedido con independencia de sus necesidades reales, al tiempo que agrupa productos antes independientes en paquetes de suscripción completos. El cambio de enfoque tiene lugar en un momento en el que las empresas se enfrentan a una presión sin precedentes para tomar decisiones rápidas sobre las plataformas. En opinión de Gogia, “la mayoría de los directores de informática están avanzando en proyectos piloto estructurados en 2025, sabiendo que las decisiones que tomen después desde comienzos de 2026 pueden dar lugar a una ejecución apresurada o a renovaciones forzadas”, de tal manera que “la rigidez de los plazos impuesta por los proveedores y la agrupación de referencias están limitando el margen de negociación, lo que provoca evaluaciones de cambio de plataforma más tempranas que en ciclos de actualización anteriores”. La presión alcanzó un punto álgido cuando el Ministerio de Infraestructuras y Gestión del Agua de los Países Bajos demandó a VMware. El éxito de su reclamación obligó a la empresa a proporcionar dos años de soporte para la migración después de que la agencia se enfrentara a un aumento del 85% en los costes. Según los observadores del sector, estos retos cada vez mayores han influido en el enfoque de VMware respecto al desarrollo de productos y los ciclos de vida del soporte. Los plazos ampliados ofrecen opciones estratégicas Ahora, el nuevo modelo de lanzamiento ofrece cuatro versiones menores por cada versión principal (VCF 9.0 a 9.3), con 27 meses de soporte para las versiones iniciales y 45 meses para la versión final. Esta estructura ofrece a las empresas múltiples vías de actualización en lugar de obligarlas a seguir una progresión escalonada. A juicio de Tanvi Rai, analista sénior de Everest Group, “las grandes empresas deberían dedicar entre dos años y medio y tres años a evaluar, planificar y ejecutar eficazmente su estrategia de migración”. Por eso, ha recomendado completar las pruebas de concepto y las negociaciones comerciales antes de la primera mitad de 2026 para permitir una migración por fases hasta mediados de 2027. Una ampliación del periodo de soporte que resulta fundamental, dado que Forrester Research estima que hasta un 20% de los clientes empresariales de VMware están evaluando alternativas. Incluso alegan “agotamiento” por las subidas de precios y la obligatoriedad de los paquetes combinados. Las mejoras técnicas pueden compensar algunos impactos en los costes A pesar de los retos que plantea la licencia, VCF 9.0 introduce mejoras de rendimiento que podrían ayudar a justificar los mayores costes en determinados entornos. Para empezar, la plataforma ofrece una mejora del 40% en la consolidación de servidores gracias a la tecnología Advanced NVMe Memory Tiering, e introduce vSAN Global Deduplication para mejorar la eficiencia del almacenamiento, según se puede leer en el comunicado. “Aunque las reformas de las licencias han elevado los costes por núcleo entre un 85% y un 500%, las últimas versiones de la plataforma ofrecen ventajas cuantificables, como una mejora del 38% en la eficiencia de la organización por niveles de la memoria”, ha explicado Gogia, quien ha apostillado: “Las organizaciones se ven ahora obligadas a evaluar el valor en tres planos paralelos: la simplicidad de las licencias, la densidad de la infraestructura y el alcance de la automatización”. Rai ha señalado que la ecuación del coste total varía significativamente según el tipo de implementación. “El coste total de propiedad puede mejorar o mantenerse estable en entornos con limitaciones de CPU gracias a las mejoras técnicas y estructurales”, ha añadido, para completar su explicación con estas palabras: “Las empresas que renuevan su hardware y optimizan el uso de toda la pila VCF pueden considerar que el nuevo modelo no tiene ningún impacto en los costes o incluso que es ligeramente beneficioso”. Sin embargo, el impacto varía según el sector, por lo que las organizaciones de logística, servicios públicos y comercio digital se enfrentan a retos particulares debido a la gran variabilidad de la carga de trabajo. La diversificación del mercado surge como estrategia empresarial La combinación de las presiones de costes y la ampliación de los plazos de soporte da como resultado un nuevo enfoque de la estrategia de virtualización en crecimiento. En lugar de sustituir las plataformas por completo, las empresas están apostando por lo que Gogia ha denominado “descentralización controlada”. Las plataformas alternativas, como Nutanix AHV, Azure Stack HCI y OpenShift Virtualization, han madurado para gestionar la mayoría de las cargas de trabajo de uso general, y admiten alta disponibilidad, recuperación ante desastres y virtualización de GPU. Lo que ha dado pie a Rai a reconocer que “nos estamos acercando a un punto de inflexión funcional en el que aproximadamente entre el 70% y el 80% de las cargas de trabajo podrían migrarse de VMware en la actualidad, pero es probable que las operaciones a escala empresarial totalmente libres de VMware, especialmente para los sistemas de nivel 1, no se generalicen hasta finales de 2026 o más tarde”. La estrategia emergente consiste en continuar con VMware para las cargas de trabajo críticas, al tiempo que se implementan alternativas en ubicaciones periféricas, entornos de desarrollo y nuevas aplicaciones nativas de contenedores. “No se trata de un cambio ideológico —según Gogia—, sino de una estrategia pragmática de cobertura diseñada para gestionar los costes, la opcionalidad y la alineación de la hoja de ruta”. SUSCR?BASE A NUESTRA NEWSLETTER Directamente de nuestro equipo de periodistas a su bandeja de entrada Para empezar, introduzca su direcci¨®n de correo electr¨®nico Por favor, incluya una direcci¨®n de correo electr¨®nico v¨¢lida ³§³Ü²õ³¦°ù¨ª²ú²¹²õ±ð