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por Mar¨ªa Ramos Dom¨ªnguez

Centros de competencia en IA: la experiencia de Iberdrola y MAPFRE

Los centros de competencia en inteligencia artificial buscan explorar el enorme potencial de esta tecnolog¨ªa para las compa?¨ªas que los ponen en marcha, lo que implica un esfuerzo organizativo y formativo singular. Esta es la experiencia al respecto de dos grandes multinacionales espa?olas, la energ¨¦tica Iberdrola y la aseguradora MAPFRE, que han abrazado este modelo con ¨¦xito.

personas trabajando con ordenadores
Cr¨¦ditos: Sigmund | Unsplash

En un mercado de 4,8 billones de dólares nadie quiere quedarse al margen. Este es el volumen total que moverá la inteligencia artificial para 2033, según las previsiones que desde UNCTAD, el órgano de la ONU para Comercio y Desarrollo. Significa multiplicar por 25 el capital en el que se cifraba la IA en 2023, cuando ascendía a 189.000 millones de dólares. De cumplirse con estas previsiones, se convertirá en la principal tecnología de vanguardia global, con el 29% de cuota de mercado y por encima de IoT (internet de las cosas), blockchain o vehículos eléctricos, otras de las analizadas.

Resulta comprensible que, entre las proyecciones de futuro y las historias actuales de éxitos impulsados por IA, las compañías estén buscando apostar por la IA. Esto no siempre es fácil: requiere de una cuidada planificación, en la que la formación del personal y la innovación tecnológica vayan de la mano, o se corre el riesgo de malgastar tiempo y recursos sin lograr resultados. Un reciente de The Adecco Group sobre liderazgo en IA detectaba que, en España, un 59% de líderes empresariales encontraban problemas para consensuar estrategias de forma oportuna, 13 puntos porcentuales más que la media global. Aún en este escenario, un 55% de participantes decía que el uso de la IA por parte de su equipo directivo había mejorado la toma de decisiones, frente al 49% del total.

Esta falta de claridad empresarial entre las empresas españolas se pone también de manifiesto en un de 2025 de la consultora Seidor. Aquí son un 32% de las organizaciones las que manifestaban no tener claro cómo aplicar la inteligencia artificial para ganar competitividad. Pese a esto, mantienen la inversión en IA entre sus previsiones: un 73% de compañías estima aumentar entre un 10% y un 80% la inversión en esta tecnología durante el próximo año, sin duda llevadas por la firme creencia de que transformará profundamente la manera de hacer negocios: así lo comunicaban un 72% de participantes.

Estas encuestas plantean un doble escenario, en el cual se reconoce la importancia de la IA y se confía en las promesas de mejoras que brinda, pero se falla en el cómo aplicarlo para poder aprovechar su valor o responder a los retos que plantea. La respuesta que se está dando desde algunas organizaciones pasa por focalizar los esfuerzos a través de un organismo central, transversal al resto de departamentos. Un centro de excelencia o de competencia en la IA.

Sergio Merchán, ½¿É«µ¼º½global de Iberdrola

Iberdrola. En la imagen, Sergio Merchán, ½¿É«µ¼º½global de la energética.

“Las empresas que aspiren a competir globalmente necesitarán un núcleo especializado que combine ciencia de datos, ingeniería y visión de negocio con un mandato claro: transformar el potencial de la IA en resultados tangibles para el negocio”

Sergio Merchán

Desde septiembre de 2022 lleva en marcha el Centro de Excelencia en Inteligencia Artificial de Iberdrola, creado en el marco del proyecto Inteligencia Artificial para la Transición Energética Sostenible. Sin embargo, el trabajo de la compañía con IA es anterior, como recuerda su ½¿É«µ¼º½global, Sergio Merchán. “En Iberdrola llevamos más de una década aplicando inteligencia artificial en toda nuestra cadena de valor, con más de 150 casos de uso que abarcan desde la predicción de la demanda eléctrica hasta la detección de fraudes o la optimización de rutas”, recuerda. “La irrupción de la IA generativa marcó un punto de inflexión. Su capacidad para acelerar el desarrollo de soluciones y transformar procesos nos llevó a dar un paso más: crear un Centro de Competencia de IA que concentra talento, metodologías ágiles y gobernanza de datos en un único ecosistema”.

En el caso de la energética, este centro se ha diseñado siguiendo un modelo centralizado, “un único hub con estándares comunes, pero profundamente conectado con los negocios”, explica Merchán. “Cada iniciativa arranca con equipos híbridos formados por expertos del Centro (científicos de datos, ingenieros de IA, arquitectos cloud) y perfiles del área de negocio. Esta colaboración garantiza tanto la excelencia técnica como la relevancia estratégica”. También actúa como partner tecnológico transversal, señala, “ofreciendo servicios de gobierno, estándares y acompañamiento en IA responsable”.

Para Merchán, el centro actúa como acelerador de valor en tres ejes estratégicos. “Primero, habilita nuevos productos y servicios, como asistentes inteligentes, validadores automáticos de contratos o copilotos para desarrolladores, que mejora la experiencia de clientes y empleados. Segundo, impulsa la eficiencia operativa mediante algoritmos de optimización energética, agentes autónomos y automatización documental, alineando rentabilidad con sostenibilidad. Y tercero, consolida una auténtica cultura de datos: democratiza la IA para que cualquier área de negocio incorpore la analítica avanzada en su ADN”, sintetiza. Entre los beneficios de su implementación, Merchán destaca la reducción del time-to-market de soluciones que antes tardaban más tiempo o, directamente, no eran viables. “En esencia, es nuestro laboratorio del futuro: un espacio donde la imaginación se convierte en prototipo y el prototipo en valor de negocio”.

El ½¿É«µ¼º½de Iberdrola apunta a la potencial expansión de este tipo de departamentos, con la creciente integración de herramientas inteligentes en entornos empresariales. “La IA ha dejado de ser un experimento para convertirse en el nuevo sistema operativo de las compañías líderes. Las empresas que aspiren a competir globalmente necesitarán un núcleo especializado que combine ciencia de datos, ingeniería y visión de negocio con un mandato claro: transformar el potencial de la IA en resultados tangibles para el negocio”, sintetiza. “Y, al igual que sucedió con la electrificación o la adopción del cloud, quienes se anticipen disfrutarán de una ventaja competitiva”.

Diego Bodas, director de IA en MAPFRE

MAPFRE. En la imagen, Diego Bodas, director de IA en la aseguradora.

“La creación de este centro representa un cambio significativo en la forma en que abordamos la IA, considerándola no solo como una herramienta, sino como un mecanismo transversal que aprovecha sinergias y capacidades en todo el Grupo”

Diego Bodas

Otra de las compañías españolas que sí está integrando ya herramientas inteligentes en distintos grados de su operativa es la aseguradora MAPFRE. En marzo oficializaban algunos que revelan su grado de aplicación: más del 40% de operaciones son atendidas por asistentes virtuales; 1,2 millones de clientes tienen ya automatizada su gestión de documentos; siete de cada diez clientes en España han interactuado con soluciones de IA.

A los esfuerzos de la compañía en este campo se le añadía hace unos meses la creación de su Centro de IA, que está aún en fase de despliegue gradual. Cuenta con profesionales de distintas geografías —Brasil, Estados Unidos y España— y concentra iniciativas de 14 países distintos. Diego Bodas, director de IA en la aseguradora y responsable de este nuevo órgano, habla de “hacer un buen gobierno de la IA” mediante este Centro, “desde el que se coordinan todas las iniciativas de IA en el Grupo, de manera transversal, segura y responsable. Este centro es una pieza clave del modelo de gobierno global”. Bodas lo considera “un activo estratégico” tanto para mantenerse al día como para “desarrollar experiencia propia y eficiente”.

Contar con un equipo global y diverso favorece “analizar y adaptar el trabajo y metodologías según las necesidades locales, desde la priorización de casos hasta la propia regulación”. Su carácter transversal queda probado en el trabajo con profesionales de otros departamentos, como operaciones, tecnología, seguridad y privacidad, legal, innovación o RR.HH. “para garantizar que el gobierno de la IA se lleva a cabo bajo nuestros más altos estándares”.

 “La creación de este centro representa un cambio significativo en la forma en que abordamos la IA, considerándola no solo como una herramienta, sino como un mecanismo transversal que aprovecha sinergias y capacidades en todo el Grupo”. Bodas apunta a uno de los aspectos clave en la integración empresarial de tecnologías inteligentes cuando explica que “su estrategia está alineada con las prioridades del Plan Estratégico Global, garantizando una planificación cuidadosa y efectiva”. Una integración de este tipo puede evitar, por ejemplo, que se trate de iniciativas aisladas, con poco recorrido o retorno de la inversión, o que repliquen casos de uso de éxito en otras compañías sin adaptarlos al modelo propio.

Según el director del centro, este se entiende “como un facilitador para la escucha de ideas, asesoramiento, ejecución y control de iniciativas de IA en el Grupo, gestionando el desarrollo de casos de uso, alianzas, metodologías de priorización, inventariado y medición del rendimiento de los modelos. En definitiva”, concluye, “un equipo especializado de confianza para apoya al negocio en toma de decisiones y ejecución, para optimizar los resultados con un uso y adopción de la IA consistente”. 

Bodas destaca como los pilares de actuación la estrategia y organización, los datos y la calidad de los mismos, la tecnología y procesos, el riesgo, cumplimiento y privacidad. “Y un pilar que consideramos transversal, que es el de personas y talento”, destaca. Esto tiene una doble perspectiva: por una parte, “son los equipos los que identifican las necesidades de los clientes y proponen de manera proactiva casos de uso para solucionar retos y desafíos detectados”. Además, el centro impulsa formaciones en IA para toda la plantilla.